miércoles, 3 de diciembre de 2008

Té rooibos


El Té rooibos es una infusión que consumo habitualmente, y digo infusión porque realmente no es un té, pese a su denominación.

En primer lugar, os comento que el rooibos (Aspalathus Linearis) es el nombre de una planta sudafricana que en el idioma afrikáans significa arbusto rojo. Actualmente es una planta que está de moda, pero ha sido una gran desconocida hasta hace bien poco. El Dr. Nortier, médico y botánico, fue la primera persona que se dedicó a su estudio en profundidad. Además de contrastar sus propiedades medicinales también experimentó su cultivo ya que era una planta silvestre. Hoy en día ya la podemos encontrar en más de 140 países.

Esta bebida empezó a ser popular a partir de principios del siglo XX gracias a un avispado comerciante ruso llamado Benjamin Ginsberg, que descubrió el rooibos un día de 1.904 cuando observaba cómo un grupo de nativos de las montañas Cedar, situadas a un centenar de kilómetros de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), elaboraban una infusión con las hojas y las ramas de un arbusto de apariencia muy modesta y con cierta apariencia de pino enano. El comerciante ruso decidió probar aquel brebaje y decidió que aquella bebida debía ser comercializada. En pocos años, aquella infusión de color rojizo se convirtió en algo así como la bebida nacional de Sudáfrica. Sin embargo, su consumo no logró extenderse a otros países. ¿Motivos? Básicamente dos: en primer lugar porque la República Sudafricana estuvo aislada del mundo durante muchos años a causa de su política del apartheid y, en segundo término, porque el rooibos carece de la imagen de exclusividad y refinamiento de la que sí gozan sus colegas procedentes de la India y de China.

Con el "Té" rooibos podemos elaborar una infusión de sabor muy agradable, ligeramente dulzón y que no contiene cafeína. Por ello, pueden tomarla tanto niños como gente nerviosa o con hipertensión.De gran ayuda en el tratamiento de las alergias, actúa como un antihistamínico natural suave y sin producirnos somnolencia.

Es una planta con efectos muy beneficiosos ante la diarrea, estreñimiento, gastritis, dolores de estómago, vómitos o nauseas. De hecho, mejora la mayoría de problemas gastrointestinales. Su contenido en Calcio, Magnesio y sobre todo Flúor, hacen del rooibos una planta ideal para nuestros dientes. Las personas con tendencia a las caries se beneficiarán si cambian las bebidas azucaradas por el "Té" rooibos. El Calcio, el Magnesio y el Flúor también nos ayudarán, por supuesto, a cuidar nuestros huesos.

Cambiar el café por esta infusión puede ser un buen hábito en la mayoría de los casos. Su aporte de nutrientes antioxidantes como la vitamina C, los Flavonoides, el Superóxido-dismutasa y la Quercitina ayudan a combatir los radicales libres que son los principales responsables del proceso de envejecimiento, del estrés y de muchas enfermedades. Precisamente ese efecto antioxidante junto a su aporte multimineral lo hacen ideal para los deportistas que quieren reponer las sales eliminadas durante el ejercicio. Colabora, pues, a combatir la acidez que causa en nuestro cuerpo el ejercicio excesivo.

Yo lo consumo desde hace más o menos dos años, tomando dos o tres al día; normalmente lo tomo caliente, pero en verano (o en cualquier otra fecha, según el gusto) se puede consumir frío. Estoy acostumbrada a todo tipo de infusiones (algunas, de sabor no muy agradable) y puedo decir que el rooibos es una de mis preferidas, tanto por sus propiedades medicinales como por su sabor, que para mi, es bastante agradable.

¿Lo habéis probado? ¿Qué os parece?

1 comentario: